¿Qué es la estética? ¿De
qué se ocupa?
En
1750 Baumgarte, filósofo alemán, en su estética, delimita una disciplina filosófica
basada en la distinción platónica entre las cosas sensibles y las intangibles.
La
estética definida como la ciencia que tiene por objeto un modo de
conocimiento y de exposición sensible basada
en el estudio de la sensibilidad o de los sentidos.
La
estética se opone a lo lógico como a las ideas confusas, se opone a los
sentimientos.
Se
señala que el conocimiento sensible es a la vez claro y confuso, pues no puede
enumerar simultanea mente los signos necesarios para distinguir una cosa de la
otra.
Baumgarte
considera la idea de lo bello como una percepción confusa o un sentimiento y,
por ello como una forma inferior de conocimiento. El reconocimiento de solo
algunos elementos particulares de un objeto sensible se debe a que nuestro
conocimiento está formado por un cumulo de percepciones inconscientes.
“El
fin de la estética es la perfección del conocimiento sensible en cuanto tal, y
esto es la belleza” (Baumgarte, 1750:P14).
La
representación sensible, donde se sitúa la captación del objeto estético,
contiene valor gnoseológico y psicológico.
El
conocimiento estético se expresa cuando lo que aparece sensiblemente se presenta
como equilibro, fugaz y tenue, ello ocurre si hay un acuerdo universal y un
orden consensuado.
Lo
bello es la idea bajo una forma sensible, es lo absoluto dado a la intuición. El
arte es el objetivo de la conciencia por la que ella se manifiesta a sí misma.
La
experiencia sensible de lo bello es similar al éxtasis religioso, filosófico o
reflexivo, inducido por la meditación profunda.
El
equilibrio y el orden es una excelencia que se consigue con el
perfeccionamiento progresivo del conocimiento sensible.
El
arte es un conocimiento susceptible que sobre pasa la subjetividad, al permitir
acceder al universo colectivo humano, simultanea mente funcionando las identidades
del individuo sociedad y especie.
Lo
sensible es la experiencia estética vinculada al quehacer del hombre.
Los
conocimientos sensibles y los racionales forman parte del aparato cognitivo que
nos permite entender una realidad compartida, son activados por los estímulos
internos y externos.

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